Ya no te rondan zagales, ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres.

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La Batalla de Belchite 
La batalla de Belchite fue una batalla de la Guerra Civil Española que tuvo lugar en Belchite (Zaragoza) entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937 en el marco de la ofensiva del Ejército Popular sobre Zaragoza. La conquista de esta localidad movilizó un gran número de hombres y medios militares del Ejército Popular que habrían podido ser utilizados en el avance hacia la capital aragonesa, principal objetivo de la operación.
Las tropas de la 45.ª División Internacional, dirigidas por Emilio Kléber, llegaron a seis kilómetros de Zaragoza y amenazaron directamente la ciudad, pero no lograron lanzar un ataque contra ella. Mientras tanto, las Divisiones 11.ª y 35.ª se tuvieron que dedicar a eliminar un foco de resistencia en la localidad de Belchite, en torno a la cual se habían concentrado varios miles (entre 3000 y 7000 según las fuentes) de combatientes sublevados dirigidos por el comandante y alcalde de la población Alfonso Trallero. Otras fuentes, sin embargo, señalan que fueron fuerzas del XII Cuerpo de Ejército las que llevaron el peso de las operaciones en el asedio de Belchite.

Los primeros combates en torno a Belchite ocurrieron los días 24 y 25 de agosto. Las brigadas mixtas 32.ª, 117.ª y 131.ª tomaron la estación de ferrocarril el 25 de agosto. A continuación realizaron un movimiento en forma de tenaza sobre la población de Belchite, rodeándola desde sus dos extremos. El día 26 la población quedó completamente cercada.

Parapetados en fortificaciones de hierro y cemento y disponiendo de varios nidos de ametralladoras, los sublevados aprovecharon los edificios de Belchite para instalar su dispositivo cerrado de defensa, colocando sacos de arena como barricadas en las calles de la localidad, además de carros y escombros, todo ello para retardar el avance de las fuerzas republicanas que trataban de reducir la bolsa. Las tropas sublevadas estaban bien pertrechadas para resistir un largo asedio, pero el ejército republicano no podía permitirse perder tiempo y por eso decidió asaltar la ciudad. Se sucedieron duros combates callejeros en medio del intenso calor del verano aragonés. A los sitiados se les cortó el agua y la falta de comida y suministros médicos empezó a hacerse notar a medida que la intensidad de la lucha aumentaba.
El asalto urbano le fue encomendado a la XV Brigada Internacional. El 31 de agosto los  brigadistas lograron llegar a la fábrica de aceite. Al día siguiente la aviación republicana  atacó sistemáticamente el casco urbano. Por su parte, la artillería republicana realizó un  duro bombardeo desde sus posiciones en el Cabezo del Lobo, a cuatro kilómetros de  la localidad. El 3 y el 4 de septiembre tuvieron lugar combates casa por casa en los que  fueron cayendo los últimos reductos del autodenominado bando nacional.
En torno a la  calle Mayor tuvieron lugar los principales combates. Para el día 4 todavía existían dos  núcleos de resistencia en la localidad: el Ayuntamiento, situado en la plaza nueva, y la  iglesia de San Martín, en el extremo oriental de Belchite.

El día 5 la iglesia de San Martín fue tomada por las fuerzas republicanas, tras sufrir  importantes bajas. Ese día el general Sebastián Pozas, comandante del Ejército del  Este, visitó Belchite y tomó la decisión de retirar a las brigadas internacionales;  quedaron dos brigadas mixtas españolas, la 32.ª y la 153.ª, que se encargarían de las  operaciones finales. En la madrugada del día 5 al 6 los últimos defensores que resistían  en el ayuntamiento intentaron la huida a la desesperada.
Unos trescientos consiguieron cruzar las líneas republicanas y de ellos unos ochenta  llegaron a Zaragoza.

El alcalde-comandante Trallero murió en los combates, mientras  manipulaba un mortero en la Plaza Nueva, así como otros vecinos de la localidad. El 6  de septiembre Belchite fue finalmente asegurada por las fuerzas republicanas.

Desde el exterior los sublevados intentaron romper el cerco: desde Zaragoza las  fuerzas sublevadas lanzaron una contraofensiva el 30 de agosto para socorrer Belchite,  pero fue detenida por la 45.ª División de Kléber y no logró, por tanto, evitar que la  localidad cayera en poder del Ejército Popular de la República.

La batalla de Belchite se saldó finalmente con la toma por los republicanos del pueblo,  que quedó completamente devastado. Se estima que murieron 5000 personas en 15  días; las fuerzas republicanas hicieron 2411 prisioneros.
La operación produjo un retraso en la ofensiva de Zaragoza, que dio lugar a que los rebeldes pudieran reforzar sus posiciones y el frente quedara estabilizado. La división de Emilio Kléber no pudo lanzar por sí sola un ataque decisivo contra la capital aragonesa.

Terminada la guerra, el régimen de Francisco Franco decidió no reconstruir el pueblo sino crear uno nuevo al lado, hoy conocido como Belchite nuevo, utilizando prisioneros republicanos como mano de obra. Las ruinas del anterior se dejaron intactas como recuerdo de la Guerra Civil. El conjunto se conoce como Pueblo Viejo de Belchite.

En la construcción del Pueblo Nuevo se realizó contando con un batallón de presos republicanos, unos 1000 hombres, que fueron alojados en un campo de concentración cercano al lugar que se denominó "Pequeña Rusia". En los pabellones del campo de concentración dieron acogida, aparte de a los presos, a familias de ideología de izquierdas y progresista.

Las víctimas de las diferentes batallas y represiones fueron enterradas, los del "bando nacional" en una fosa común que se hizo en un pozo de aceite, un trujal, próximo a la calle mayor y al edificio que se utilizó como hospital. En ese lugar se levantó un monumento conmemorativo a las mismas. Las víctimas del lado republicano no fueron enterradas, algunas de ellas, en plena ofensiva, tuvieron que ser quemadas en el plaza del pueblo, otras, en especial las fusiladas en la represión, abandonadas en cunetas y otros lugares. Según otras fuentes en "El Trujar" hay víctimas de ambos bandos, tanto civiles como militares.
Capitulo 1º
Por las calles del Pueblo
Capitulo 2º
Iglesia de San Agustin
Capitulo 3º
Iglesia de San Martin
Capitulo 4º
Convento de San Rafael
Capitulo 5º
Seminario Menor
Capitulo 10º
La Fosa Comun
Capitulo 9º
Torre del Reloj
Capitulo 8º
Arco de San Roque
Capitulo 7º
Arco de la Villa
Capitulo 6º
Ermita y Cerro del
Calvario
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